Comenzó funcionando con 2 secciones de jardín de infantes, y los primeros grados de la escuela primaria. La pedagogía lúdica-creativa que se implementó en la escuela desde el primer día alentó el protagonismo de niños y niñas en el aprendizaje y de sus propios ritmos en dicho proceso.
Su nombre llevaba el del barrio como referencia e integral porque era parte del proyecto la integración de las disciplinas escolares, teniendo la misma jerarquía tanto las intelectuales como las expresivas, apuntando a la formación integral del estudiantado. Aludiendo también a la manera de integrarse los sentidos, el vivenciar y el sentir en el acto del conocimiento, simbolizado ello en una flor de cinco pétalos.
Los programas educativos eran los oficiales pero con un modo diferente de encarar el proceso de enseñanza y aprendizaje, basado en la pedagogía de la Escuela Nueva.
La libertad fue otro de los conceptos fundamentales en el surgimiento de la Escuela, creando un lugar donde docentes y estudiantes pudieran construir juntos, abrir preguntas y buscar nuevas respuestas frente a un mundo cambiante, haciéndose responsables de sus proyectos, cómodos dentro de un marco de libertad y autonomía.
En el año 1972 padres y docentes fundan la Asociación Mutual Integral Fisherton (AMIF), entidad sin fines de lucro que pasa a ser la propietaria de la institución, estableciéndose así también en el ámbito administrativo y jurídico, la propuesta de la escuela participativa y la de aunar esfuerzos para el logro de los objetivos.
Todos esos conceptos devinieron en nuestro lema de hoy que es “hacer escuela entre todos”.
Conocer cómo fuimos, para saber cómo queremos ser.